Malka Valentina Padilla Acosta no teme a los retos. 

 

 

Entre risas, esta chica panameña de tan solo 20 años confiesa ser arriesgada y creativa. Por más de un año, Malka ha participado en el programa Tengo una Idea – una iniciativa del Instituto Republicano Internacional (IRI) apoyada por National Endowment for Democracy (NED). Tengo una Idea se enfoca en la inclusión juvenil y está dirigido por y hacia jóvenes panameños como Malka que buscan ayudar a otros jóvenes en situación de riesgo social. Jóvenes en riesgo social son aquellos que viven en sectores de bajos recursos sociales y económicos, donde pandillas predominan y fácilmente reclutan a estos jóvenes.

Vitoriano Lorenzo, la comunidad de donde proviene Malka en San Miguelito, Panamá es peligrosa y enfrenta crímenes callejeros esporádicos. Esto ha generado estigma hacia la comunidad y sus habitantes.  Pero Malka propone una solución que incluye a los jóvenes, sus padres y oportunidades como el programa de Tengo una Idea. Por ejemplo, dice Malka, “si los papas ven a sus hijos robando y no los corrigen, los hijos van a seguir haciendo eso. Lo que uno quiere es que los papás también estén involucrados con los hijos, que se hagan amigos”.  Malka espera que, con la inclusión de jóvenes y padres, su comunidad mejore y no la discriminen más.

“Si les abren las puertas a muchos jóvenes, muchos jóvenes estarán involucrados y no se desatará mucho robo o violencia”.

Para Malka, ayudar a jóvenes es algo innato. Desde sus 15 años, ella se ha preparado en fundaciones colombianas y ha sido voluntaria en proyectos para jóvenes involucrados en crimen y violencia. Su método de ayuda es personalizado, donde la confianza juega un papel importante. “A mí me gusta la manera [de trabajar] creativa, aprender de ellos [los jóvenes] y que ellos aprendan de mí. La idea es que tu agarres confianza, se creativo con ellos, te vuelvas su amigo; más que su líder, su amigo”. 

Además de ofrecer amistad y confianza a otros jóvenes, Malka los reta e invita a involucrarse en proyectos comunitarios como ella. Previo a su participación en Tengo una Idea, Malka confiesa que era una chica tímida. El proyecto le dio más confianza para luchar por sus sueños y ser más arriesgada.  “Yo sufría de pánico escénico. Ya ahora puedo hablar con una persona, mirarla a los ojos. Puedo conversar bien con ella y esto me ha abierto muchas puertas”.  A raíz de esto, Malka aconseja a otros jóvenes tomar riesgos, a que se valoren y a contribuir con el mejoramiento de sus comunidades.  

 

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